Grábense estos últimos años de nuestro deporte. Parece mentira, posiblemente no nos hayamos concienciado, pero vivimos los mejores días de la historia del deporte español. Hemos acabado con los temores y nos hemos convertido en ganadores, así de fácil. Podemos decir que somos una potencia de verdad, hemos pasado al siguiente nivel. Los deportistas españoles son respetados en todo el mundo y las alabanzas a los nuestros están comenzando a convertirse en una costumbre. El resto de planeta se rinde a nuestros pies. Sólo hay que ver, por ejemplo, los elogios que han recibido
la 'Roja' y
Nadal.
La proeza de Rafa en la catedral del tenis es la última huella que hemos dejado en el mapa mundial. Nadal conquistó el territorio de
Wimbledon, propiedad privada de Federer en el último lustro, en una cita memorable y épica de la que pudieron disfrutar nuestras retinas. Podemos dar gracias. Sus cuatro
Roland Garros agigantan el reto conseguido.
Apunten:
La Eurocopa de fútbol alzada por España en Viena, acabando con mil y un gafes y desdichas,
el Giro de Contador tras tocar el cielo parisino en el
Tour y la presencia de
Gasol en toda una final de la NBA han empujado a nuestro deporte en los últimos meses a límites que hace mucho eran infranqueables.Recuerden más gestas en estos últimos años, que tenemos casi hasta para aburrir.
Fernando Alonso hizo realidad lo inimaginable hasta hace bien poco, que un español se hiciese con dos campeonatos de Fórmula 1 en toda regla. El mito de Schumacher se cruzó con el asturiano. El bicampeonato de
Lorenzo en 250 c.c. tampoco se puede quedar en el olvido en un mundial de motos en el que siempre hemos dado que hablar. En Japón, hace dos años nació la ÑBA, esa selección española que ganó ese
Mundial en tierras niponas y que un año después fue
subcampeona de Europa. Pasamos al fútbol sala, un deporte que se nos queda casi pequeño, recordamos
la corona mundial de la selección de balonmano en Túnez, el Europeo alzado en voleibol, los últimos éxitos del
Ciudad Real... Algo nos faltará por señalar. Estamos en otra etapa.
Nuevos retos en Pekín:
El diario MARCA de este miércoles analizará y buscará las claves de nuestro momento, único. La inversión realizada desde el 86 al recibir Barcelona los Juegos ha tenido su fruto en nuestros días. Esos chicos que comenzaban a disfrutar de sus primeros años de existencia son los que están colocando a nuestro país en un nivel superior. El trabajo y el esfuerzo han propiciado la llegada a una meta que no debe parar nuestro imponente caminar.En un mes, no se olviden, nos esperan los Juegos, el evento deportivo más trascendente, el que puede considerarse en parte referencia deportiva. Allí, en Pekín, nos encontraremos con nuevos retos, algunos en los que todavía nos faltan metros para llegar al momento de acabar con el muro. El atletismo y la natación, deportes esencia de los Juegos, no acaban de dar ese salto, por ejemplo. El presente debe cimentar un futuro, esperemos, alentador. El deporte nacional ha crecido, se ha estabilizado en los últimos años y ha recibido los honores mundiales. Nuestra 'Edad de Oro' no puede consumirse.
